Es una planta leñosa de la Familia Rosaceae que, aunque puede llegar a alcanzar los 15 m de altura, suele tener porte arbustivo, con aspecto de arbolillo. Su corteza es oscura y lisa, aunque las ramillas suelen ser rojizas, al igual que los peciolos de las hojas. Éstas son simples, grandes, con forma ovalado-lanceolada, gruesas, con el haz más oscuro que el envés, recordando a las hojas del laurel. Las flores blancas nacen agrupadas, dan lugar a pequeñas cerezas negras amargas que sirven a alimento a aves.
Es un árbol de gustos sombríos, encontrándose en gargantas, arroyos y en laderas con poca insolación, acompañando a rebollares y hayedos, especialmente si el clima es templado y húmedo, con abundantes lluvias y nieblas. Aunque prefiere suelos de escaso desarrollo, incluso canchales de naturaleza ácida, también se encuentra en suelos desarrollados de origen calcáreo.
Está incluido en los catálogos de flora amenazada o protegida de España.